Mi hijo no quiere ir al psicólogo


¿Cómo le explico a mi hijo/a pequeño que vamos al psicólogo?

Depende mucho de la edad de tu hijo. Algunos padres prefieren decir a sus hijos pequeños frases ambigüas como “vamos a ver a una amiga de mamá“, o “vamos a ver a una persona que nos va a ayudar“, etc. A los más pequeños me gusta explicarle que soy una profesional que se encarga de hacer que las familias sean felices. “¿Eres feliz?, ¿Podrías ser más feliz aún?, ¿Tus papás podrían ser más felices?

Normalizarlo es siempre lo mejor, así tu hijo vendrá dispuesto a colaborar para ser un poco más feliz, o para contribuir a que todos seáis más felices.

Qué no se debe hacer: traerlo engañado, o chantajeado, o traerlo sin explicarle a dónde viene o para qué viene. Esto hará que se pueda sentir acorralado, y sea más difícil que se abra y colabore en la sesión. Una vez que venga la primera vez, seguro que quiere repetir, porque las sesiones están diseñadas de una forma muy lúdica para ellos.

¿Qué hago si mi hijo/a adolescente no quiere ir al psicólogo?

Es frecuente que los adolescentes se opongan a ir a ese profesional tan extraño al que llamamos psicólogo. Muchas veces están condicionados por mitos que han escuchado como que “únicamente los locos van al psicólogo” (incluso algunos adultos aún lo piensan!). 

Lo más importante vuelve a ser tratar el tema con normalidad. El único objetivo de un tratamiento psicológico es hacer a la persona más feliz. Ayudarla a gestionar de forma más eficiente sus pensamientos, sus emociones y su conducta. Con lo cual, consiste en un entrenamiento para desarrollar nuevas habilidades. Ayudamos a las familias.

Si no hay forma alguna en que tu hijo/a consienta en venir, te animo a que vengas a la primera consulta tú. Puedes decirle que es porque tú requieres consejo para cualquier aspecto de tu vida. Así podrás mostrarle que cualquier persona puede asistir al psicólogo, y además podremos explorar en sesión la manera más efectiva de convencerlo/a.